La Escuela de Jardinería Bouregreg, contra viento y marea

Seguimos en tiempos de crisis, y Marruecos tampoco se libra, pero, aun así, por fin hemos arrancado con el nuevo curso 2020-2021 en la Escuela de Jardinería Bouregreg Med-O-Med de Salé. Una bocanada de aire fresco y de optimismo en este periodo difícil. Las puertas de la escuela volvieron a abrirse a principios de septiembre. Sin embargo, de momento, nuestros esfuerzos se centran en la recuperación del curso anterior, cruelmente interrumpido por el “corona”. Tras unas semanas de intenso trabajo destinado al reforzamiento de los aprendices de primer y segundo curso, se organizará la entrega de diplomas, y en noviembre se procederá a la inscripción de los nuevos candidatos. Será así el primer año en que la escuela cuente con tres niveles simultáneos y con 90 aprendices a la vez. ¡Insha Allah! El curso 2019-2020 no podía haber empezado mejor el pasado mes de octubre. Además de que la totalidad de la formación práctica y teórica se realizó en el propio terreno de la escuela (ocho hectáreas), se llevaron a cabo diversas actividades pedagógicas en el exterior. Entre ellas destaca la visita de los jardines Nouzhat Hassan, en el centro de Rabat, así como del Jardin d’Essais Botaniques, en el cual la FUNCI creó en 2008 un bonito jardín de estilo andalusí y un pequeño museo sobre el agua en al-Ándalus.

De momento, nuestros esfuerzos se centran en la recuperación del curso anterior, cruelmente interrumpido por el “corona”.

También tuvimos el placer de organizar dos talleres de floristería con nuestros colaboradores de Vegetal Concept, y de contar con la colaboración del Instituto Cervantes y el Institut Français de Rabat, que impartieron cursos de español y francés a los aprendices, cursos que acaban de comenzar de nuevo. Por su parte, el departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de Rabat nos ayudó en el refuerzo de escritura y lectura árabe.

Pero, lo más importante, ¡Nos dio tiempo de plantar el jardín que rodea la escuela antes de que comenzara en confinamiento! En la plantación intervinieron los muchachos y muchachas con gran entusiasmo tras finalizar las labores de trazado, establecimiento de cotas y demás. De las más de 120 especies que ahora crecen con energía y brío en su mayoría, se obtendrá la reproducción vegetal, que este año ya va tomando forma.

El mantenimiento del jardín en época de confinamiento

Desgraciadamente, la formación se interrumpió bruscamente el 16 de marzo tras la decisión gubernamental de imponer el confinamiento como única solución para frenar la pandemia. Aun así, los formadores y auxiliares en jardinería de la escuela pudieron ocuparse del mantenimiento del jardín recién plantado, en una primavera que resultó fresca y florida. También su pudo realizar la tarea de identificación, fotografía y recolección de semillas de las abundantísimas especies silvestres que crecieron en las parcelas no cultivadas.

De las más de 120 especies que ahora crecen con energía y brío en su mayoría se obtendrá la reproducción vegetal, que este año ya va tomando forma.

Las familias de los aprendices en situación de mayor vulnerabilidad -la mayoría-, recibieron varias ayudas en forma de subvenciones y dones alimentarios y sanitarios, por parte del Círculo Diplomático de Rabat y de Sabic Morocco & West Africa, entre otros, lo que les ayudó a mitigar la muy precaria situación económica y social. Una vez comenzado el “desconfinamiento” progresivo, hacia el 10 de junio, varios grupos de aprendices se ofrecieron como voluntarios para ayudar en el mantenimiento del jardín, lo que también les permitió avanzar en su formación práctica interrumpida y reforzar su vínculo con la escuela y los formadores. Vínculo que en todo momento se mantuvo a través del teléfono móvil y las redes sociales durante el confinamiento.

Las familias de los aprendices en situación de mayor vulnerabilidad recibieron varias ayudas en forma de subvenciones y dones alimentarios y sanitarios.

Todo ello se hizo bajo las más estrictas normas preventivas contra el COVI-19 impuestas por las autoridades sanitarias.

Y por fin ¡el comienzo del nuevo curso!

Como antes veíamos, la escuela se abrió de nuevo a principios de septiembre, con la totalidad de la formación impartida en el exterior, tanto en la teoría como en las prácticas, lo que permite un alto grado de distanciamiento y aeración. Este año hemos tenido además el privilegio de contar con dos nuevos especialistas venidos de España, Lucía Aloise, especialista en formación en jardinería y Pablo Gutiérrez, experto en conservación y producción vegetal. Dos estupendos “fichajes” que se suman al excelente equipo hispano marroquí ya muy rodado.

Además de enseñar a los aprendices de segundo curso el manejo de maquinaría, cortacésped, desbrozadora, etc., al tiempo que la formación teórica de ambos cursos avanza, estamos trabajando en la programación del mantenimiento del jardín, la implementación del sistema de riego y la recogida de semillas de otros espacios verdes para incrementar el banco de germoplasma. Se ha limpiado uno de los pozos al modo tradicional y se está trabajando ya en la reproducción vegetal y en la construcción del nuevo laboratorio.

Este año hemos tenido el privilegio de contar con dos nuevos formadores venidos de España: Lucía Aloise y Pablo Gutiérrez Watson.

Nuestras próximas metas son la puesta en marcha de la tienda y del restaurante, que estarán ambos abiertos al público y cuyos beneficios forman parte del programa de actividades generadoras de ingresos para contribuir económicamente al funcionamiento del proyecto. También estamos trabajando en la creación de todo un programa de talleres de iniciación a la jardinería, la floristería y otras materias para el público, que pronto se iniciarán y para los que hay mucha demanda. Esperamos que la fortuna y el buen ambiente nos sigan acompañando y que se nos presente a todos un porvenir más humano, inclusivo y sostenible. Redacción de FUNCI Fotos: Inés Eléxpuru – FUNCI

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