Terminó el curso 2020-2021 en la Escuela de Jardinería Bouregreg Med-O-Med de Salé, Marruecos. Un proyecto hecho con pasión, con fines sociales, para la formación profesional cualificada en jardinería.
Ha sido este un año complicado, para qué negarlo; para todos. Y ello, debido a los retrasos propios de la crisis sanitaria, y la obligación de impartir clases en turnos y rotaciones limitados. Pero, aun así, ahora, bajo el ardor del verano, podemos decir que nos ha quedado a todos un buen sabor de boca. ¡Ya tenemos lista la primera promoción! Y los aprendices a punto de licenciarse están realizando tres meses de prácticas remuneradas, mediante contrato formal, en algunos de los mejores espacios verdes de Marruecos. Todo un orgullo y una forma de prepararles para el difícil mercado laboral, lejos del “cocon” confortable y familiar de la escuela.
Tras conocer el interés de sus contratantes por emplearlos de forma duradera tras este periodo de pruebas, podemos decir sin ambages que la labor de inserción ha comenzado y está empezando a dar buenos frutos. Un desafío real en un ámbito en el que abunda el empleo informal y precario.
Los aprendices a punto de licenciarse están realizando tres meses de prácticas remuneradas, mediante contrato formal, en algunos de los mejores espacios verdes de Marruecos.
El curso terminó a finales de junio, y en estos momentos la escuela y sus ocho hectáreas de parque lucen vacíos y muy tranquilos. Se echa de menos a los aprendices, sus risotadas, sus idas y venidas embutidos en sus uniformes verdes y sus grandes sombreros de paja, el trajín de las carretillas, el ruido de la maquinaria (un aspecto de la formación que les apasiona), y los pequeños conflictos cotidianos que salpimientan la convivencia.
Este último trimestre ha sido intenso –y cuál no lo es. La demanda de servicios de jardinería ha sido enorme y ha acaparado a los formadores de los últimos cursos, que se han visto desbordados por el trabajo. Un modo de trabajo que, sin embargo, ha contribuido a fortalecer el modelo de formación por aprendizaje entre los muchachos y las muchachas, que se han visto obligados a enfrentarse al mercado “real”, a los plazos y a las dificultades técnicas propias de cualquier servicio de este tipo.
La producción vegetal y el vivero
Otra de las cuestiones que han avanzado significativamente ha sido la producción vegetal. Uno de los pilares sobre los que esperamos repose la sostenibilidad medio ambiental y económica del proyecto. Pablo, el productor y biólogo, es una de esas personas que no viven sino a través de las plantas, sus pautas reproductivas, sus semillas y su fisonomía… En unos meses ha conseguido producir una buena cantidad de especies, que estarán todas destinadas a la venta en el vivero de la escuela, lo que aportará unos ingresos para ayudar a su funcionamiento y aminorar la dependencia económica hacia las instituciones. Para ello, el centro de producción se está construyendo con las valiosas ayudas del INDH (Iniciativa nacional para el Desarrollo Humano). Las infraestructuras consisten en un gran umbráculo (la “caja mágica”, lo llamamos) y en la próxima construcción e instalación del invernadero. Estructuras costosas pero necesarias en un clima relativamente benigno, pero con una enorme cantidad de horas de sol y de rayos ultravioletas.
Además de las especies de interés ornamental y comercial, el centro de producción se está centrando en especies forestales y arbustivas autóctonas y algunas, endémicas, así como en la conservación de algunas especies de enorme interés para la conservación ex situ (Iris tingitana, Narcissus papyraceus, Limonium mucronatum, etc). En este sentido, también hemos recibido jugosos dones en árboles (olivos, algarrobos y otras especies mediterráneas), como los aportados por la Hight Atlas Fondation, cuyo objetivo principal es la reforestación sostenible de las zonas degradadas de Marruecos y la implementación de la agricultura responsable.
Otra de las cuestiones que han avanzado significativamente ha sido la producción vegetal. Uno de los pilares sobre los que esperamos repose la sostenibilidad medio ambiental y económica del proyecto.
El propósito de esta incipiente labor de producción, que se implementará de cara al próximo curso de forma exponencial, es, además de constituir una de las especializaciones de la propia formación de los aprendices, proponer una oferta a profesionales y particulares diversificada y enfocada a la producción y ajardinamientos con especies locales resistentes a los desafíos del cambio climático y el estrés hídrico. Para ello, la Fondation Luciole – Institut de France ha hecho una importante donación destinada a la compra de material fungible y la mejora y zonificación del sistema de regadío del futuro vivero.
Sostenibilidad
Así, las actividades generadoras de ingresos, esenciales para el desarrollo del proyecto, van avanzando poco a poco, una vez consolidado el plan formativo y la educación continuada de calidad que ofrecemos a nuestros muchachos. En este sentido hay que recordar, como uno de los mayores logros, que FUNCI ha conseguido dar un importante giro al plan formativo certificado por el Ministerio marroquí de Educación Nacional y de la Formación Profesional, adaptando el programa a tres años en lugar de los cuatro años estipulados hasta la fecha por la ley marroquí, para la obtención del diploma de Cualificación. Para ello, ha contado con el con el valioso apoyo de Enrique, el responsable de formación, quien hizo el trabajo de adaptación para el nuevo plan formativo. Aun así, recordaremos que cada curso es beneficiario de una acreditación o un diploma avalados por el Ministerio, para aquellos a los que es imposible (muy pocos, por fortuna) completar la formación continuada por sus situaciones personales.
Y, regresando a las actividades generadoras de ingresos para la escuela, durante esta primavera, se han organizado dos multitudinarios mercadillos al aire libre, de productos biológicos alimentarios, cosméticos y artesanales, que han permitido promocionar el trabajo de no pocas pequeñas empresas y cooperativas locales, además de aportar algunos ingresos a la escuela. También se ha comenzado de forma tímida con los talleres y las actividades públicas en el anfiteatro. El nuevo curso, esperamos ¡incha Allah! servirá para desarrollar y afianzar esta componente esencial para la sostenibilidad del centro.
Sinergias y colaboraciones
Por lo demás, también durante este último trimestre se ha puesto en práctica el convenio firmado con la asociación belga Echos Communication para el reconocimiento de los trabajadores domésticos en jardinería con experiencia, pero sin titulación, mediante un certificado dispensado por la escuela. El proyecto ha sido además afortunado con una ayuda directa de la Embajada de Francia en Marruecos, para la compra de plantas y los viajes de prospección, así como con una generosa subvención aprobada por la Région de Rabat-Salé-Kénitra para las infraestructuras y mejoras.
Entre los logros sociales de esta etapa consta la contratación de un joven jardinero con una leve discapacidad, pero muy concienzudo en su trabajo, proveniente de la Fondation Mohammed V pour les Handicapés. Es la primera vez que se realiza un contrato formal de este tipo en Marruecos, y esperamos que esto siente precedente. Por lo demás, la nota “festiva” la ha puesto la visita de diversas personas e instituciones sumamente interesadas en la escuela, con las que hemos establecido prometedoras sinergias. Entre ellas están los responsables de la Fundación y el Jardín Majorelle y el gran vivero en permacultura Palm Orchids, ambos de Marrakech, así como del paisajista y escritor italiano Umberto Pasti, que está establecido en el norte de Marruecos y realiza una extraordinaria labor de conservación de la flora local amenazada.
Además de las especies de interés ornamental y comercial, el centro de producción se está centrando en especies forestales y arbustivas autóctonas y algunas, endémicas.
Son solo algunas de las novedades esperanzadoras para este proyecto cuyos protagonistas innegables son nuestros jóvenes muchachos y muchachas, a los que vemos año tras años, no solamente aprender, sino madurar y evolucionar hacia la dignidad y la autoestima.
Y, para finalizar, “merci” de corazón a todas las instituciones confinanciadoras y colaboradoras de la escuela de Jardinería Med-O-Med no mencionadas en el texto: AAVB (Agence pour l’Aménagement de la Vallé du Bouregreg), Fundación Drosos y la compañía de transportes Alsa Maroc. Y, por supuesto ¡gracias al equipo administrativo y formativo de la escuela por su excelente trabajo!
Fundación de Cultura Islámica FUNCI
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