Los tulipanes pueden ser objeto de obsesión. Su principal peculiaridad consiste en el tacto similar a la piel humana que uno puede apreciar al palpar sus voluminosas flores y hojas.
En el siglo XVII, esta flor condujo a una popular moda que poco a poco terminó derivando en una devoción epidémica, que puede ser llamada “tulipanomania”, y que empezó en Holanda y se extendió por Europa. En la década de 1630, el bulbo de alguna determinada variedad de tulipán podía venderse por cientos de miles de dólares. Hoy en día, el mercado mundial de tulipanes equivale a la economía nacional de un país de tamaño medio.
Teniendo en cuenta que la planta no se trata de una especie que pueda ser encontrada en el medio natural holandés, nos hemos preguntado si existe algún tipo de relación entre la tradición del tulipán holandés y los tulipanes silvestres de Jordania.
Los historiadores europeos trazan la procedencia de este peculiar bulbo hasta el Imperio Otomano. Numerosas fuentes e historias ilustran la importancia que llegó a tener el tulipán en las clases altas otomanas. No obstante, los vestigios que se han podido hallar más allá de Turquía son escasos. Normalmente, las principales fuentes localizan los orígenes de la flor en la zona comprendida entre Mongolia, China y Kazakstán. Sin embargo, porque buscar los orígenes en lugares tan remotos, si tenemos en cuenta que Monte Líbano, Palestina o Jordania eran puntos más cercanos a los Otomanos, desde donde llevar los primeros bulbos.
Monte Líbano, Palestina o Jordania eran puntos más cercanos a los Otomanos, desde donde llevar los primeros bulbos.
Hasta la actualidad se han podido identificar tres tipos diferentes de tulipanes silvestres en Jordania: dos variedades con la flor roja, y una, conocida como el “Tulipán del Desierto”, con flor blanquecina. Las dos rojas son muy similares y crecen principalmente en el mismo hábitat; en las montañas y bosques naturales localizados a lo largo de Irbid, Ajloun, Jerash, Salt, Amman y Tafileh. Algunas flores de estas dos especies pueden tener colores aparentemente naranjas en la cara exterior de los pétalos, mientras que otras pocas están rayadas por líneas amarillentas. En su interior, se puede apreciar una base negra circunscrita por un borde amarillo.
De las dos especies de Tulipán rojo jordano,“Tulipa agenensis” y “Tulipa stylosa”, el hábitat idóneo para la primera son laderas arenosas, drenadas, y semi-boscosas (las tierras bajas alrededor de Jerash, y las pendientes que serpentean el valle del Jordan) y la vegetación Mediterránea comprendida entre el nivel del mar y los 700m de altitud. La segunda, en cambio, se adapta bien a las tierras frías, altas y nevadas, que bordean Aman, y localizadas entre los 700 y 1000 metros.
El tercer tipo de tulipán silvestre jordano, el Tulipán del Desierto (Tulipa polychroma) se caracteriza por tener una flor más pequeña que la media, y que como su propio nombre científico indica, se complementa con más de un color. Otra particularidad destacable del Tulipán del Desierto es que, algunas veces, puede tener más de una flor en un mismo tallo. Su atractivo reside en el color blanco-marfil con líneas pardas cerosas que barnizan el exterior, mientras que su centro es recubierto por un amarillo brillante cautivador. El Tulipán del Desierto crece en las tierras altas de Shobak, Ras al Naqab, y partes del desierto Oriental.
Los tres tipos de tulipán silvestre identificados en Jordania, tienen hojas dentadas con márgenes ondulados. Cuando las hojas se encuentran en la forma correcta, el aspecto ondulado cambia para adoptar un contorno más similar al tulipán encontrado en el mercado. La apariencia ondulada, provee a las hojas una semejanza marina, y nos es un detalle altamente relevante a la hora de vincular las especies jordanas con los tulipanes Otomanos encontrados en los mosaicos de Iznik. De esta manera, tanto la peculiaridad de las hojas como de las flores, que son similares a los diseños decorativos clásicos Otomanos, indican una posible relación entre los tulipanes silvestres jordanos y el origen de esta flor.
El Tulipán del Desierto, a veces, puede tener más de una flor en un mismo tallo. Crece en las tierras altas de Shobak, Ras al Naqab, y partes del desierto Oriental.
El mundo antiguo, y más concretamente el Levante, del cual Jordania forma la parte central, han proporcionado al mundo moderno su trigo y múltiples de sus plantas alimenticias. Al igual que con las flores, distintos bulbos vendidos en los mercados internacionales, como pueden ser el tulipán, el crocus, el azafrán o el narciso, pueden ser encontrados en la rica biodiversidad jordana. A parte de los bulbos, también se pueden hallar otras curiosas especies como el clavel, el iris, la anémona y la orquídea.
Fuente: Khammash Architecs
Traducción: Toni Sastre
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