Marruecos tiene como objetivo cubrir con energías renovables el 42% de sus necesidades, y así reducir drásticamente su huella de carbono y su actual dependencia del 94% en combustibles fósiles. En este marco, el rey Mohamed VI inauguró el 4 de febrero de 2016 la planta Noor 1, una instalación termosolar de 160 MW de potencia, primera fase del gran complejo solar de Ouarzazate, que se localizará al sur del país y será el mayor del mundo.
El complejo de Ouarzazate albergará, además, una planta solar fotovoltaica, que aún no ha sido adjudicada. Este proyecto está impulsado por la Agencia Marroquí para la Energía Solar (Masen), organismo del Gobierno de Marruecos, y representa el mayor proyecto de energía solar del país, en línea con los compromisos adoptados en la Cumbre de Paris COP21 sobre el cambio climático el pasado mes de diciembre de 2015. De hecho, la inauguración de Noor 1 estaba prevista para entonces, pero se ha retrasado para hacerla coincidir con el inicio de los preparativos de la nueva Cumbre del Clima, la COP 22, que se celebrará en noviembre próximo en la ciudad de Marrakech. Todas las instalaciones incorporan un sistema de almacenamiento en sales fundidas que les permitirá generar electricidad en ausencia de radiación solar. Se espera que Noor 1 y 2 entren en funcionamiento en 2017.
Noor 1 fue adjudicada en septiembre de 2012 a un consorcio liderado por la compañía saudí Acwa Power, con la española Acciona como principal constructor. La construcción del complejo solar de Ouarzazate está siendo financiada por varios inversores, entre ellos el Banco Africano de Desarrollo, el Banco Mundial, el Banco Europeo de Inversiones y varios socios privados. De hecho, el acto de inauguración ha tenido una marcada presencia internacional representada por el ministro de Exteriores español en funciones, José María Margallo y la ministra francesa de Ecología y Desarrollo Sostenible, Segolène Royale, entre otros.
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