Aloe vera L. En árabe, sabir, sibr, subbara
Se trata de una planta suculenta y perenne de hojas basales en forma de roseta, erectas, crasas glaucas o pardo rojizas y con margen espinoso. En sus hojas se concentra la aloína, el ingrediente activo empleado como laxante. Además, es rica en elementos, vitaminas, minerales y aminoácidos. Es originaria del Noroeste de África y la Península Arábiga. Entre sus múltiples propiedades se encuentra la de servir de cicatrizante, y se emplea para curar la psoriasis, erupciones de la piel, verrugas y picaduras de insectos. Se aplica en ungüentos, cremas y lociones. Es rico en sustancias antioxidantes.
La Biblia lo menciona en varias ocasiones. Alejandro Magno conquistó la isla de Socotra, en el actual Yemen, donde había grandes cantidades de esta planta. En el siglo I d.C., Dioscórides describió esta planta abundantemente por sus cualidades cosméticas y medicinales. Se menciona también de forma abundante en los textos andalusíes. En ellos se explica que el acíbar es un jugo como la leche cuajada que se extrae de las hojas de esta especie. Según los autores andalusíes, limpia el estómago y es cicatrizante. También sirve para las afecciones de los ojos. La especie debió experimentar una mayor difusión en al-Andalus en el siglo XIV, y durante el siglo XVI los españoles la trasladaron al continente americano.
La Sunna del Profeta Muhammad (saws) la menciona como curación para los ojos (Sahih de Abu Daoud).
Fuente: Flora Agrícola y Forestal de Al-Andalus, vol.I, J.Esteban Hernández Bermejo, Expiración García-Sánchez, Julia Mª Carabaza Bravo.
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