El último número de «e-rph» – Revista Electrónica de Patrimonio Histórico – incluye un minucioso estudio del sistema de regadío tradicional en torno al río Dílar en la comarca de la Vega de Granada, realizado por Ana García Leal, historiadora del arte y consultora en patrimonio cultural.
Los regadíos del río Dílar han mantenido prácticamente el mismo funcionamiento desde su creación en época andalusí hasta la actualidad, con apenas pequeñas variaciones relatadas en este mismo estudio. Los elementos del patrimonio material se organizan en torno a las acequias y los pagos – subámbitos de riego que se identifican en el territorio global de la comunidad –, mientras que el patrimonio inmaterial engloba en este caso la organización del reparto de aguas entre las seis comunidades de regantes, principalmente basándose en dos criterios: el volumétrico, según el caudal recibido en cada una de las acequias, y el cronológico, según el periodo de tiempo durante el que el agua es asignada.
A su vez, el estudio detalla los dos niveles de reparto del agua: un primer nivel desde el río Dílar hasta la acequia de cada una de las comunidades, y un segundo nivel para la distribución del agua entre los miembros de cada comunidad a través de acequias secundarias, o hijuelas. El estudio aborda también los posibles motivos por los que una comunidad recibe un mayor caudal que otra.
Riego por justicia
Como recuerda García Leal, es importante aclarar que esta distribución del agua, conocida como «riego por justicia», sólo se establece cuando el agua escasea. Ya el derecho islámico avalaba en época medieval que la legislación sobre el reparto de aguas sólo era aplicable a ríos o periodos de poco caudal. El primer registro escrito del sistema de regadío en torno al río Dílar son los Libros de Apeos y Repartimientos de bienes moriscos del siglo XVI. Estamos, por tanto, ante un sistema de turnos que es un legado directo de la organización social en al-Andalus y que ha pervivido hasta hoy en base al respeto al derecho inmemorial e histórico.
Sin duda, la lectura de este estudio permite comprender la importancia del patrimonio agrario (y vivo) que representan en España un gran número de comunidades de regantes. De un modo parecido, desde Med-O-Med se inició hace ya varios años el proyecto «Voces Sabias» con el objetivo de recopilar y poner de relieve todo el saber en torno a la gestión del agua y la agricultura que posee la última generación de agricultores españoles en comarcas de tradición agraria andalusí como, por ejemplo, Marianne Hilgers, que tan bien nos explicó la importancia del equilibrio entre ecología y economía o el funcionamiento de las comunidades de regantes en Las Alpujarras.
Concluye Ana García Leal su estudio con una reflexión final muy pertinente cuando afirma que «deberíamos entender la propia actividad agraria como el elemento central de estos espacios patrimoniales, pues es la actividad agrícola la que genera el resto de valores culturales. Ello implica entender la actividad agraria como un elemento productivo, pero también como un bien cultural, protegiéndola como tal, ya que es la pérdida de funcionalidad productiva la mayor amenaza de estos espacios».
Podéis leer el estudio completo en el siguiente enlace: Patrimonio Agrario en la Vega de Granada: los regadíos del río Dílar
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