La costa de Marruecos muestra unas magníficas playas bañadas al oeste por el oéano Atlántico, y al este por el mar Mediterráneo. Playas de longitud interminable, con dunas, acantilados, lagunas y hasta manglares, forman una increíble sucesión de ecosistemas con una biodiversidad extraordinaria.
Debido a la creciente urbanización causada por la gran afluencia turística al país en los últimos años, este valioso patrimonio ha sufrido una importante degradación.
Con la creación de la Fundación Mohammed VI (FM6) para la Protección del Medio Ambiente, miembro activo de Med-O-Med, surgía la idea de proteger el medioambiente en Marruecos, bajo el convencimiento de que se trata de un asunto que atañe de todos, promoviéndose de esta manera la implicación de los distintos actores en las distintas acciones que conducen a su conservación.
Por ello, hace algunos años como una acción integrada en el marco del programa de FM6, nacía el programa «Playas limpias», cuyo fin era el proteger las costas del exceso de la actividades humanas y así ofrecer a los miles de visitantes que acuden a Marruecos cada año, unas playas de calidad vista desde todos sus ámbitos.
Los objetivos del programa son principalmente:
- Sensibilización y educación ambiental
- Puesta a punto de infraestructuras de base
- Seguridad y cobertura sanitaria
- Higiene y limpieza de las playas
- Animación de las playas
Para conseguir alcanzar los objetivos del programa «playas limpias», y estas puedan clasificarse bajo los estándares internacionales, la Fundación ha fomentado la colaboración implicando a todos los actores, para la obtención de la certificación “Pavillion Bleu”, símbolo de calidad ambiental, a través de la cual se pretende motivar y sensibilizar a la ciudadanía para tener en cuenta el criterio medioambiental dentro de las políticas de desarrollo económico y turístico. Igualmente, la FM6 otorga cada año una serie de premios dedicados a la conservación y adecuación de las distintas playas del Reino alauí. La edición del 2011 se presentó el pasado 26 de mayo en Rabat.
Así, concursar para obtener la certificación, supone un esfuerzo de toda la ciudadanía y un ejemplo de la importancia de los procesos participativos hacia un desarrollo sostenible.
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