Con la sequía del pasado año, un grupo de arqueólogos formado por Jaume Deyà y Pablo Galera, hallaron en las profundidades del embalse del Gorg Blau, en Mallorca, lo que debió ser el refugio principal de la resistencia islámica a lo largo de la conquista cristiana de la isla (1229-1232), con una extensión de más de 60.000 m², además de innumerables restos de otras culturas que residieron en el entorno. La secuencia cultural del poblamiento de este entorno es continua desde la primera ocupación humana de la isla hasta la actualidad. Estos elementos hacen que la zona sea un lugar idóneo para estudiar la evolución histórica de Mallorca a pequeña escala.
Sin duda los hallazgos más importantes por su repercusión en los medios de comunicación y su valor científico son los relativos a la conquista de Mallorca. Para hablar de este momento debemos retroceder hasta el siglo XIII. En esos tiempos Mallorca estaba dominada por los almohades, hasta que en el año 1229, un importante contingente de hombres armados, principalmente originarios de los condados que hoy en día forman Cataluña y Aragón, dirigidos por el rey Jaime I, desembarcaron en la isla con la intención de conquistarla. Una vez caída Medina Mayurqa – la ciudad de Palma –, los habitantes que pudieron huir se refugiaron en las montañas, permaneciendo a modo de resistencia hasta el año 1232.
La crónica de los hechos, redactada por Jaime I años después, recoge el desenlace de los acontecimientos. Según cuenta, en la zona de Almallutx – actualmente el embalse del Gorg Blau –, cientos de personas habitaron y resistieron a los constantes ataques de las tropas cristianas. Un pasaje detalla que “llegaron a tal necesidad de víveres, que se comían las hierbas de las montañas como si fueran bestias”, un claro reflejo de la crueldad de los hechos. Desgraciadamente el final fue trágico, ya que estos fueron masacrados a base de fuego y espada.
A pesar de esta desgracia, los restos hallados en relación a este acontecimiento tienen un valor único, Se ha localizado una considerable cantidad de restos que corresponden a viviendas que conformarían un gran pueblo. También se han hallado casas con patios, calles, una mezquita y, hasta el momento, dos cementerios islámicos (maqbaras), elementos todos ellos que hacen de éste un yacimiento único y el más importante de las Baleares de la época islámica.
Jaume Mateu Lladó
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