El Jardín Botánico de Hamma, en Argel

A principios de Agosto, una delegación de la FUNCI visitó Argelia con motivo de su colaboración con Tlemcen, capital cultural islámica de 2011 declarada por ISESCO. A su paso por Argel recorrió uno de los jardines botánicos más importantes de la región mediterránea, el Jardin d’Essais du Hamma.

Este jardín de más de 60 hectáreas fue creado en el siglo XIX, aunque su diseño actual data del XX y fue realizado por el arquitecto francés Reigner. En él están ubicadas las instalaciones del Institut National de la Recherche Agronomique de Argelia. Este enorme jardín de aclimatación, que fue el vivero del Estado, se creó a partir de lo que eran unas marismas insalubres (de ahí su nombre Hamma, fiebre en árabe), y trepa colina arriba adquiriendo forma de anfiteatro. Cuenta con más de 3.000 especies botánicas diferentes en sus instalaciones, y su especial ubicación sobre la bahía de Argel, y de espaldas a los sirocos del Sur, le concede un clima privilegiado, además de crear un hermoso contraste entre su verdor tropical y el azul del Mediterráneo, que se percibe en toda su amplitud desde la parte alta.

Historia del Jardín

Ya en 1867, pocos años después de su creación, el jardín contaba con más de 8.000 especies y variedades, entre las que dominaban las plantas de utilidad económica, en especial destinadas a procesos industriales. Así, destacaban las plantas tintóreas como la alheña y el índigo, las empleadas en la fabricación de tejidos como el algodón o el cáñamo, y las que producían ceras y gomas como el Ficus elastica o Myrica cerífera, todas ellas motivo de estudio e introducidas en aquella época. Pero además, también se cultivaban especies aromáticas, oleaginosas y ornamentales.

Posteriormente el jardín pasó por las manos de diversos gestores públicos y privados, cambió su trazado y su misión, y dejó y retomó la investigación en función de los recursos disponibles en cada periodo. Tras la segunda guerra mundial, y al haber vuelto a manos del Estado argelino, el jardín adopta su carácter definitivo, tal y como lo conocemos en la actualidad. Fue dirigido por Mazouz Belmehel, pero volvió a caer en un grave abandono durante los disturbios acontecidos durante la década de los 90.

El jardín ha sido fruto de una importante rehabilitación comenzada en el 2004, y fue abierto de nuevo al público en 2009. Desde entonces, ha recibido más de 400.000 visitantes. Cuenta con un pequeño zoo, diversas instalaciones de ocio, como kioscos, una escuela de horticultura y toda clase de edificios destinados al estudio y la investigación. Se distribuye en varios espacios, entre los que resaltan el jardín francés, con una espectacular perspectiva escalonada y simétrica que desemboca en el mar, y el jardín de estilo inglés, formado de una espesa foresta tropical y subtropical, estanques sinuosos, esculturas y senderos umbríos. Varias avenidas lo articulan: la de los dragos, los ficus, los bambús, los platanos… Por lo demás, el jardín del Hamma está dotado de viveros de producción e invernaderos, así como de espacios destinados a la aclimatación e investigación de especies endémicas argelinas. Se está trabajando además en el laboratorio de reproducción in vitro, así como en el banco de semillas.

Un trabajo que no ha hecho sino empezar, y que es digno de elogio y de constituirse en ejemplo para toda la región.

 

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