La Fundación de Cultura Islámica (FUNCI) de Madrid lleva dos años trabajando en el programa de cooperación internacional “Med-O-Med, paisajes culturales del Mediterráneo y Oriente Medio”. Su objetivo es reconocer, divulgar y fomentar la protección de los paisajes más valiosos, desde un punto de vista de la diversidad biológica y la herencia cultural que los habita.
En palabras del Presidente de la FUNCI, Cherif Abderrahman Jah:
“El paisaje cultural como sinónimo de entendimiento y de convivencia. Un lugar en el que todas las personas, sin diferencia, se placen de estar. Un lugar que representa la aspiración de todo ser humano de vivir en paz consigo mismo y con su entorno”.
Med-O-Med se dirige principalmente a los países de mayoría musulmana de la región mediterránea y medio oriental. Desea hacer compatible su desarrollo con la preservación de su entorno y su patrimonio. Persigue la creación de proyectos de ámbito local con la máxima participación de los actores sociales y públicos regionales, desde el más absoluto respeto a la soberanía genética y la identidad cultural de los pueblos.
Algunos de estos proyectos consisten en la creación de una red de jardines botánicos, un convenio internacional y un modelo de gestión de paisajes culturales de la región, así como una estación biológica para la recuperación de prácticas tradicionales.
“Med-O-Med paisajes culturales del Mediterráneo y Oriente Medio” ya tiene una web propia: www.medomed.org. Diseñada por Miguel Ripoll, es una herramienta sumamente útil para el trabajo en red y la visibilidad de las instituciones miembro que no cuenten con su propio espacio en internet. También sirve para la divulgación de sus trabajos de investigación, y ofrece secciones tan novedosas como la bitácora “Voces Sabias” y el “Repertorio de Instalaciones de Diversidad Vegetal” de la región mediterránea y medio oriental, recogiendo ese innovador enfoque del Programa, que aúna elementos culturales y científicos.
El Islam y el medio ambiente
La civilización islámica interaccionó con la naturaleza de manera muy fructífera. Los musulmanes consideraron los ecosistemas como algo más que una fuente de recursos; captaron la espiritualidad de los paisajes, y así lo plasmaron en sus cultivos y jardines, lo mismo que en sus expresiones artísticas y literarias.
No obstante, la civilización mediterránea, y muy en concreto la civilización islámica, en los últimos tiempos ha descuidado la conservación de su herencia natural y cultural. La deficiente situación medio ambiental y la escasez de iniciativas por parte de los gobiernos para dotar a su patrimonio de figuras de protección, es resultado directo de los conflictos, tanto internos como externos, que Oriente Medio, en especial, acumula desde la Primera Guerra Mundial.
Los conflictos han tenido importantes repercusiones en la ecología de la región. Las consecuencias y problemáticas sociales, prioritarias de resolver, derivan a su vez en un comprensible desinterés por la protección del medio ambiente.
No está claro que la estabilidad de estos países vaya a restablecerse pronto. Lo que sí es seguro es que ya han surgido voces que reclaman atención en lo referente a la protección del patrimonio. Por ello La FUNCI, a través de su programa Med-O-Med y tras más de veinticinco años de trabajo para erradicar las fronteras culturales, ha decidido acompañar estas voces y darles soporte en esta importante empresa.
El Programa Med-O-Med cuenta con miembros de tanto prestigio como el BGCI (Botanic Gardens International Conservation), el Real Jardín Botánico de Madrid, el Jardín Botánico de Córdoba, el Jardín Botánico de Zagreb (Croacia), el Jardín Nazarí de Vélez de Benaudalla (Granada), el Arab Group for the Protection of Nature (Jordania), el INRA (Institut National de la Recherche Agronomique, Marruecos) y muchos otros.
Tiene el apoyo del Ministerio de Cultura, la Fundación Biodiversidad, la AECID ( Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo),el ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios), la UICN (Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza) y numerosas universidades y organismos científicos. Mantiene proyectos en Marruecos, Siria, Territorios Palestinos y Líbano, y se articula en cuatro líneas de actuación: Patrimonio Cultural, Educación y Formación, Desarrollo Sostenible y Red de Jardines Botánicos.
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