“…Hubo que producir una serie de cultivos exóticos de regadío, aclimatándolos por vez primera o por medio de su reimplantación. Éste es el caso de la caña de azúcar (qasab al-sukkar) –introducida tempranamente-, que se extendió desde Valencia hasta la desembocadura del Guadalquivir, aunque en los últimos tiempos de la presencia islámica en España (con los moriscos) quedó reducida la explotación de este cultivo a los distritos de Motril, Vélez-Málaga y Almuñécar, donde alternaba con los platanales, creando en esta zona un hábitat adecuado que se ha conservado hasta la actualidad».
Del libro El enigma del agua en al-Andalus, Cherif Abderrahman Jah. Editorial Lunwerg.
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