El pasado lunes 13 de enero participamos de una visita de cortesía al Jardín Botánico de la Universidad de Al-Quds, en Jerusalén. Este jardín, situado en el centro del campus principal de la Universidad, fue construido con la colaboración de la Fundación de Cultura Islámica (FUNCI) y la Agencia Internacional de Cooperación al Desarrollo (AECID) en el año 2009, en el marco del proyecto Med-O-Med, lanzado ese mismo año.
Este espacio evoca los antiguos jardines construidos en la península ibérica durante el periodo de al-Ándalus. Su singular configuración del espacio hace de este jardín un lugar único para la conservación de flora del Mediterráneo. Como parte de este propósito de conservación, la belleza del lugar crea la atmósfera perfecta para la celebración de encuentros y actividades de ocio. Desde su creación, el jardín se ha convertido en una parte integral e indiscutible de la vida del campus, utilizado a diario por estudiantes y trabajadores de la universidad.
El Jardín andalusí es parte de la estrategia central de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad de Al-Quds. Teniendo en cuenta los desafíos a los que se enfrenta la flora palestina (cambio climático, políticas de asentamiento…), distintas instituciones locales y nacionales, lideradas por la Universidad, están desarrollando un arco integral que tiene por objetivo proteger y propagar las especies botánicas autóctonas. Al mismo tiempo, esta batalla por la conservación de la naturaleza se combina con la preservación de la identidad y cultura del pueblo palestino.
Durante nuestra visita, tuvimos la oportunidad de entrevistarnos con el director del proyecto botánico de la Universidad de Al-Quds, el Dr. Khalid Sawalha. A continuación, reproducimos nuestro encuentro, en el que hablamos del desarrollo, objetivos, implicaciones y logros del Jardín Andalusí, de los desafíos a los que se enfrenta la flora palestina, y de la novedosa iniciativa ECOPAL en la que están trabajando en este momento.
¿En qué consiste el proyecto de jardín botánico andalusí?
Dr. Sawalha: El jardín botánico andalusí de la Universidad de Al-Quds se creó en 2009. Fue un gran trabajo de colaboración con la red Med-O-Med, de la Fundación de Cultura Islámica. Desde entonces, el proyecto ha estado en constante desarrollo y mantenimiento. En la actualidad, el jardín forma parte del día a día de nuestros alumnos, además de ser objeto de disfrute del público general y de los invitados que visitan la universidad. Es más, lo concebimos como un importante foco de los rasgos nacionales e internacionales del pueblo palestino.
El proyecto forma parte del conjunto de jardines botánicos de la Universidad, cuyo objetivo principal es la preservación de la flora autóctona palestina. Con el fin de contribuir a las labores de conservación, clasificación e investigación científica, hemos introducido más de 20 especies autóctonas palestinas. Hemos obtenido resultados muy satisfactorios desde entonces, aunque necesitamos avanzar en los campos de la clasificación y la taxonomía. Para conseguirlo, consideramos necesario afianzar nuestra colaboración con FUNCI y otras universidades e instituciones españolas.
Desde su creación, ¿qué progresos se han realizado en lo relativo al tratamiento de especies en el jardín botánico?
En lo referente a su evolución, las plantas están creciendo y el jardín está cada vez más maduro y desarrollado. Esto ha potenciado nuevas investigaciones y nos ha permitido centrarnos en un mayor número de cuestiones botánicas. También estamos introduciendo nuevas plantas.
Me gustaría además señalar que, desde su creación, el jardín ha tenido otras importantes funciones, como espacio para graduaciones, celebraciones nacionales, encuentros y otros actos.
El jardín botánico andalusí de la Universidad de Al-Quds se creó en 2009. Fue un gran trabajo de colaboración con la red Med-O-Med, de la Fundación de Cultura Islámica.
Teniendo en cuenta los desafíos a los que se está enfrentando la flora palestina, ¿cómo contribuye este jardín a la protección de especies palestinas en peligro de extinción?
El jardín en sí es un hito y un paso distintivo en Palestina para contribuir a la conservación de la naturaleza, y desempeña una importante función en el marco complejo creado para proteger nuestra flora autóctona. Este proceso consiste, en primer lugar, en reunir todas las especies que podamos identificar. En segundo lugar, llevamos a cabo un proceso de identificación, clasificación y almacenamiento en el herbario o banco de semillas para conservarlas. Por último, para garantizar su supervivencia, llevamos a cabo actividades de propagación, creciendo las plantas en nuestros distintos jardines. Es importante que estas plantas se cultiven en espacios cerrados y controlados, para su adecuada protección y mantenimiento. De este modo, los jardines, junto con determinadas instituciones específicas, son el espacio perfecto para conservar las especies más sensibles y amenazadas, tanto plantas como árboles.
El Jardín andalusí de Al-Quds es un modelo perfecto y un ejemplo de lo que estamos hablando. Como comentaba antes, hemos introducido en él más de 20 especies diferentes, algunas de las cuales podemos estar orgullosos, como la Pistacia Vera y la Ziziphis Cristi. Estas últimas son autóctonas de Palestina y están pasando de ser pequeños ejemplares a convertirse en árboles que evidencian el éxito de nuestro esfuerzo. Sin embargo, no hay que confiarse y tenemos que continuar trabajando en la propagación y producción de estos espacios. También me gustaría subrayar, en este sentido, que, pese a que tenemos grandes expertos en la diseminación de semillas, necesitamos más expertos en taxonomía.
El jardín en sí es un hito y un paso distintivo en Palestina para contribuir a la conservación de la naturaleza, y desempeña una importante función en el marco complejo creado para proteger nuestra flora autóctona.
¿Qué aspectos específicos de los jardines botánicos andalusíes considera esenciales para la preservación de estas especies?
Indudablemente, los jardines botánicos andalusíes son modelos ideales y perfectos para la conservación de la naturaleza. Tanto los jardines de la Alhambra, como los de la región de Andalucía, en general, han captado nuestra atención, especialmente en lo que respecta a los sistemas de canales de irrigación y la eficiencia de su regadío. Hemos utilizado el mismo sistema en la Universidad de Al-Quds. El agua que fluye por los canales y las fuentes no se desperdicia, sino que se reutiliza para el regado de las plantas. Teniendo en cuenta la falta de recursos híbridos a la que se enfrenta Palestina en la actualidad, este sistema de canales es perfecto para mantener nuestras plantas amenazadas mediante una técnica dinámica y competente.
Aunque encontramos algunas plantas palestinas autóctonas, ¿es posible encontrar una relación o un patrón común en la flora mediterránea?
En la región mediterránea y en sus costas encontramos climas muy similares. Esto ha permitido que se desarrolle una flora similar en la región, como son los cítricos, olivos, palmerales, así como muchas hierbas y plantas medicinales. Los pueblos del mediterráneo compartimos muchas de estas especies. Teniendo esto en cuenta, junto con las agencias nacionales y regionales existentes, consideramos que podría existir una mayor cooperación en este ámbito. En cierto modo, los déficits de cada institución pueden cubrirse a través de las fortalezas de otras instituciones. Y ahora mismo nos enfrentamos a muchos desafíos.
Hablando de desafíos, en el año 2015 el ejército israelí atacó la universidad. ¿Cómo se ha recuperado? ¿Cómo afectó el ataque al jardín?
Fue una experiencia horrible. Hace cinco años, el ejército israelí atacó el campus, entró armado en la Facultad de Ciencia y Tecnología y lanzó gases lacrimógenos a los estudiantes y contra el jardín. Rompieron las macetas del Jardín andalusí y los cristales que conducían hasta él. Lamentablemente, estos ataques por parte del ejército israelí son comunes, ya que la Universidad de Al-Quds está situada justo en frente del muro de separación, en el campus de Abu Dis.
La Universidad protestó oficialmente contra este ataque. Al final, reparamos las instalaciones e informamos a FUNCI de la agresión.
Cuando hablamos de los proyectos Med-O-Med, consideramos que existe un vínculo fuerte entre medioambiente y cultura. Nuestra postura es que la protección del primero puede contribuir a la defensa de la segunda. ¿Qué opinión le sugiere esta idea, teniendo en cuenta la situación de la cultura e identidad palestinas?
El sistema de jardines que tenemos en la Universidad, del que forma parte el jardín andalusí, constituye una aproximación perfecta para la conservación de la flora palestina, pero también para mantener nuestra esencia natural, entendida como un tesoro de la identidad nacional.
En Palestina nos enfrentamos a grandes desafíos consecuencia de la ocupación israelí, sobre todo, en relación a la confiscación de tierras y a los asentamientos, construidos sobre la demolición de nuestros pueblos. Es una lucha por cada metro cuadrado, en la que tenemos que conservar nuestra nación. Por ello, con el fin de afrontar este desafío desde nuestro ámbito de ciencias naturales, en el año 2016 lanzamos la iniciativa ECOPAL. La iniciativa reunió a distintas universidades palestinas y asociaciones de protección de la flora y la fauna, con el propósito de defender nuestros ecosistemas y reservas naturales, como una estrategia para mantener y realzar nuestro patrimonio medioambiental nacional. A través de ella, queremos reforzar la cooperación académica, con el objetivo de expandir las áreas de protección, ampliar los programas de conservación, identificar las especies existentes en nuestro territorio, y promover su propagación. Para el desarrollo de estas tareas, ECOPAL involucra a organizaciones locales y a los estudiantes de las universidades colaboradoras, con el objetivo de promover la sensibilización en torno al medio ambiente y sus particularidades.
El sistema de jardines que tenemos en la Universidad de Al-Quds, del que forma parte el jardín andalusí, constituye una aproximación perfecta para la conservación de la flora palestina, pero también para mantener nuestra esencia natural, entendida como un tesoro de la identidad nacional.
Al mismo tiempo, consideramos este medio ambiente como parte de nuestra propia cultura. Pero también es importante recordar que existen patrones comunes en las sociedades mediterráneas. Por esta razón, consideramos que se necesita una mayor cooperación entre nuestras redes e instituciones regionales, que permita compartir técnicas, métodos y conocimiento. Entretanto, sería conveniente que proclamásemos la proximidad de nuestras culturas y los vínculos pasados, para reducir así las tensiones y divisiones actuales. Por ejemplo, aquí, la Cúpula de la Roca tiene un estilo similar a la cúpula del Palacio de la Alhambra, ya que ambos fueron construidos durante el mismo periodo, bajo el califato omeya.
Antoni Sastre Bel – FUNCI
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