Damos nuestra bienvenida al proyecto Pep Lemon, como miembro Med-O-Med en el marco de nuestras iniciativas sostenibles. Se trata de una iniciativa de producción y comercialización de refrescos naturales en Mallorca, desde el punto de vista local, con un compromiso social y con el objetivo de beneficiar al entorno de forma sostenible. Su valor añadido se refleja tanto en un producto de calidad en el marco del modelo de economía circular que optimiza y utiliza materiales y residuos, en este caso desechos de frutas, como en su compromiso social, al tener recursos humanos con diversidad funcional.
Esta importante labor ha sido valorada con la obtención de varios reconocimientos como el premio Eureka del Ayuntamiento de Palma a la Mejor Idea Empresarial en el 2013, el Premio Ecodisseny de la Generalitat de Catalunya en el 2015, y el premio del público del Congreso Nacional de Medioambiente (CONAMA) en el 2016. La presentación de la iniciativa Pep Lemon en CONAMA coincidió con la presentación de la red Med-O-Med por parte de la FUNCI, lo que permitió el encuentro entre ambas instituciones y que hoy contemos con esta interesante iniciativa en nuestra Plataforma.
El lema de Pep Lemon “el futuro es local”, y “cada producto es único e irrepetible porque no hay dos limones iguales”, forma parte de la concienciación hacia el consumidor y plasman el valor de sostenibilidad y calidad que ofrece el producto.
El carácter sostenible de Pep Lemon es fruto de una estrategia de Ecodiseño. De hecho, el proyecto se basa en la reutilización de recursos naturales, infraestructuras o elementos industriales desaprovechados, revitalizando una industria puntera en toda Europa, la de las bebidas locales, en contraposición a las grandes marcas multinacionales. El diseño permite informar al consumidor de la buenas prácticas, y contribuye en su sensibilización en el valor de la sostenibilidad, permitiéndole una elección del producto basada en estos criterios.
El lema de Pep Lemon, “el futuro es local” y “cada producto es único e irrepetible porque no hay dos limones iguales”, forma parte de la concienciación hacia el consumidor y plasma el valor de la responsabilidad social y medio ambiental, así como de la calidad de la bebida.
En esa labor de sensibilización hacia el consumidor se ha modernizado el concepto del producto. No se trata de un delicatessen destinado al turista, sino de un género innovador, dirigido a un consumo responsable, moderno, saludable y de calidad. Esta iniciativa es un buen ejemplo de cómo la dedicación, la creatividad y el compromiso con el medio y la sociedad donde se produce, pueden llegar a transformar un “desecho”, en una bebida de calidad y saludable, valorizando el patrimonio natural y cultural.
¿Cómo surgió la iniciativa Pep Lemon?
Carme Verdaguer y Christoph Hafner procedentes del sector de la comunicación y el audiovisual, junto al arquitecto Bartomeu Riutord fundaron Lemon Factory en el año 2014. La idea surgió tras un viaje a Hamburgo en el que se constató el éxito de la industria de refrescos locales que se habían convertido en tendencia en toda Europa, y ambos pensaron en el potencial que podía tener en Mallorca. En la isla habían desaparecido prácticamente la totalidad de las 50 pequeñas fábricas de bebidas locales que existían en los años 60, se desperdiciaban grandes cantidades de desechos de limones, y el 99% del consumo provenía del exterior.
Desde un inicio, se pensó en romper la idea preconcebida de producto local como tradicional y obsoleto, y apostar por una imagen moderna y juvenil, personalizando el producto en un icono tradicional: “Pep”.
Dificultades encontradas y claves para el éxito
A pesar del desconocimiento de la industria de refrescos por los socios fundadores, la clave del éxito fue la investigación, la determinación de conseguir un producto de calidad, y la alianza con otros socios colaboradores. De hecho, se crearon lazos con aliados naturales, clientes y proveedores locales como la empresa Agroïlla, con treinta toneladas de limones desechados. Así mismo, se unieron al proyecto los últimos supervivientes de la fabricación de bebidas carbónicas en Mallorca Carbónicas La Paduana, en Petra, y Amadip-Esment, expertos en materia de agricultura ecológica, que disponen de unas instalaciones óptimas.
Las claves para el éxito del proyecto han sido la combinación de los elementos del producto con un diseño, ligado al patrimonio local, y dirigido a un consumidor comprometido, sensible a la sostenibilidad, la solidaridad, y la cultura local. De hecho, la calidad que conlleva un refresco 100% natural y autóctono, se refleja en un diseño moderno que iconiza a Pep: “El Héroe cotidiano con el que sentirse identificado, y que a la vez tiene un embotellado estilo retro». El proyecto ha logrado la diversificación ampliando los sabores con Pep Naranja y Pep Cola, fruto de un crowdfunding, y la incorporación de la mermelada “Pepa”.
Otro factor clave ha sido una comunicación cercana, desenfadada, a través de las redes sociales. Si bien es un producto que se enfoca a la población local, de ahí el lema, «el futuro es local», el turista es sensible al valor añadido del producto local y ecológico, por lo que es un consumidor asegurado, y con mucho potencial.
Sus claves han sido la combinación de los elementos del producto, que le dan un valor añadido, con el diseño y un énfasis en la calidad ligado al patrimonio local, y dirigido a un consumidor comprometido, sensible a la sostenibilidad, la solidaridad y la cultura local.
La dificultad de desarrollar la iniciativa en una isla como Mallorca, con unos recursos limitados y una industria que ha ido desapareciendo, se transformó en la oportunidad de recuperar la industria local y desarrollar un proyecto sostenible. Si bien la iniciativa ha tenido altibajos, consecuencia de la crisis económica, un enfoque colaborativo ha permitido ir superando todas las dificultades. Un ejemplo de estas dificultades ha sido la demanda que multinacional PepsiCo planteó ante la Oficina Española de Marcas y Patentes por la posible confusión que podría generar el nombre de Pep Cola al asemejarse a la conocida PEPSI Cola. Finalmente, el gigante Pepsico ganó la demanda y Pep Cola se quedó en Pep. No obstante, la creativa campaña llamada “PepsiNoMePipses”, en la que Pep Factory defendió el nombre de Pep como nombre típico mallorquín, sirvió para dar a conocer más el producto y su valor frente a los refrescos de las empresas multinacionales.
Logros y perspectivas
Desde 2014, un producto que en sus inicios se comercializaba solamente en veinte locales de Palma de Mallorca, se distribuye en la actualidad en toda Mallorca y parte de Menorca. Se prevé que esté presente en breve en el resto de las islas y en la península, comenzando por Barcelona. En este periodo se han producido más 600.000 botellas, utilizado 120 toneladas de cítricos de destrío, y se ha ofrecido trabajo estable a un equipo de 20 personas con diversidad funcional.
Se prevé en un futuro, que el proyecto Pep Lemon sea un modelo exportable a otras economías locales del mundo, y concretamente del Mediterráneo, a través de la red Med-O-Med, favoreciendo una cultura de desarrollo sostenible y de lucha contra el cambio climático.
Myriam de la Cavada – FUNCI
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