El agua cae en una pequeña finca situada a la entrada de Capilerilla, junto a Pitres, en plena Alpujarra. Eugenio Salquero riega su almáciga.-o simentera- con el sistema de careo que a lo largo de miles de años ha convertido La Alpujarra en un vergel: Guía el agua para regar, primero, y que se filtre, después.
Eugenio tiene 81 años y, cuando llega agosto, antes de la salida del sol, toma papel y lápiz y observa el cielo. Hace cabañuelas o, lo que es lo mismo, con métodos tradicionales intenta predecir el tiempo atmosférico a largo plazo. Las nubes, el viento, el agua, las estrellas, y hasta si se ve o no el mar desde la Sierra le hablan del tiempo que habrá, mes a mes, durante el próximo año a la manera que lo hacía su abuelo. “El clima está muy mal. La gente como yo lo observa. Las estrellas Cabrillas, que eran siete, han desaparecido. Muchas estrellas han desaparecido. Luceros también han desaparecido. Todo esto es de la contaminación que hay“, zanja.
Aunque, como cada día, se ha levantado a las seis para atender a gallinas, conejos, cerdos y mulas, ahora se mueve azada en mano como un bailarín de claqué. Hablamos durante varias horas sobre por qué hace agricultura ecológica por convicción “todos los venenos que le ponga a la tierra me los como yo», sobre cómo este año hay más agua y fuentes, acerca de por qué y cómo reproduce sus semillas y su avena autóctona, por qué usar mulos y vacas para labrar, y distintos aperos. Durante años Eugenio estuvo muy atento a cada detalle de riego y para que no caiga en el olvido antes de marchar me lee un pedazo de su Constitución y su ley.
A la manera de siempre
Abandono Capilerilla saciada de comer y beber viandas y vino hechos a la manera de siempre, y le doy las gracias.
Las cabañuelas son el método tradicional para predecir el tiempo a largo plazo y mes a mes. Se basan en la tradición heredada y la experiencia del experto, que suele ser un hombre de campo. En España se usó este sistema hasta mediados del siglo pasado pero ya apenas se utiliza. El experto en cabañuelas observa los primeros 24 días de agosto para pronosticar el tiempo de los siguientes doce meses; los primeros doce días pronostican los meses desde agosto y los siguientes doce sirven para hacer el cálculo es al revés.
Texto: Elena García Quevedo.
Fotografía: Carlos Pérez Morales.
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