Todo un año para poner en el punto de mira de la sociedad los problemas que sufren los bosques del planeta y frenar su deterioro. Más de 13 millones de hectáreas de bosques desaparecen anualmente en el mundo, una catástrofe medioambiental que afecta a la biodiversidad y al bienestar de miles de millones de personas.
La Asamblea General de las Naciones Unidas organizará diversas actividades para despertar las conciencias dormidas de los gobiernos ante los problemas forestales, con el objetivo de aumentar los esfuerzos de recuperación y conservación de las masas arbóreas. Se promoverán iniciativas para aumentar la ordenación sostenible de los bosques y se intercambiarán conocimientos sobre las estrategias que han frenado su deforestación y la degradación en diferentes países. Además, se pondrá el énfasis en recordar que son una parte esencial del desarrollo sostenible del planeta por los beneficios económicos, sociales y ambientales que proporcionan.
La sobreexplotación y la tala ilegal, la conversión en tierras agrícolas y ganaderas, la gestión inadecuada de la tierra, la creación de asentamientos humanos, las explotaciones mineras y petrolíferas, la construcción de embalses y carreteras, los incendios forestales, la fragmentación de los ecosistemas y la contaminación atmosférica, son las principales causas de la deforestación provocadas por los humanos que barajan los expertos. Los bosques ocupan el 30% de las tierras del planeta con más de 60.000 especies de árboles y plantas, pero los 13 millones de hectáreas que se pierden anualmente hacen insostenible el futuro de las masas forestales y la biodiversidad que albergan. Según datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) se calcula que para compensar la destrucción de los bosques sufrida en el último decenio haría falta repoblar un área equivalente a la superficie de Perú con 14.000 millones de árboles anuales durante diez años consecutivos.
Los bosques ocupan el 30% de las tierras del planeta con más de 60.000 especies de árboles y plantas, pero los 13 millones de hectáreas que se pierden anualmente hacen insostenible el futuro de las masas forestales y la biodiversidad que albergan.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) realiza de manera periódica estudios regionales sobre el sector forestal en colaboración con los países y las organizaciones de la región correspondiente. En sus informes estima que “una de las principales tendencias constatadas es la fuerte correlación entre el desarrollo económico y el estado de los bosques. Los países que están experimentando un rápido crecimiento económico suelen hacer frente a una presión inmensa sobre sus bosques. A diferencia de ellos, las regiones que ya han alcanzado un alto nivel de desarrollo económico suelen ser capaces de estabilizar o incrementar su área forestal”.
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