Egipto
Egipto es un país situado en el ámbito del Programa Med-O-Med, tanto desde el punto de vista cultural como geográfico. Por ello, y con el objetivo de servir como referencia para las investigaciones y catálogos realizados por el Programa, presentamos las siguientes fichas, que describen este país desde diferentes perspectivas.
INTERÉS DE LOS RECURSOS FITOGENÉTICOS DE EGIPTO Y PRINCIPALES AMENAZAS
Egipto se encuentra en la esquina noreste de África en el cruce de cuatro regiones biogeográficas. Al mismo tiempo, está en el centro del gran cinturón de desierto que se extiende desde Marruecos en la esquina noroeste de África hasta los altos y fríos desiertos de Asia central. Egipto limita al norte y al este con el Mar Mediterráneo y el Mar Rojo. Esta posición privilegiada se ve reforzada por la circunstancia de que está dividido por el Nilo, el río más largo del mundo. Por estos motivos, a pesar de la hiper- aridez que lo caracteriza, Egipto es el hogar de una gran diversidad de hábitats terrestres. Es el hogar de al menos 800 especies de plantas sin flor y 2302 especies y subespecies de flor (62 especies endémicas y 2 amenazadas). Debido a la hiper-aridez, el número total de especies por taxón en la mayoría de los casos es bajo a escala mundial. Los niveles de especies endémicas son razonablemente altos, porque la desertización progresiva del norte de África durante los últimos 5000 años ha aislado y fragmentado la fauna y la flora local, permitiendo la evolución de muchas formas singulares. La pérdida de la diversidad biológica en Egipto está, ya sea de forma directa o indirecta, relacionada con los impactos provocados por las actividades humanas. Las causas principales de disminución de la biodiversidad son la caza excesiva, la contaminación industrial y los asentamientos humanos. El exceso de la caza ha puesto en peligro la existencia de varias especies de aves residentes y migratorias y un considerable número de ungulados (por ejemplo, gacelas y antílopes).
Agentes contaminantes en el aire, el agua y el suelo (sobre todo en las zonas rurales) están amenazando a un gran número de plantas y animales impactando gravemente en el equilibrio del medio ambiente. Esto conlleva directamente la pérdida de algunos elementos de diversidad biológica, a la par que produce un aumento sustancial de otros elementos exóticos nocivos, como algunas especies de ratas y aves, o la araña roja y el gusano del algodón.
Para ilustrar el devastador efecto que puede llegar a producir la introducción de especies exóticas, sirva de ejemplo la introducción del jacinto de agua (Eichhornia crassipes), que se apoderó de la vida en el río Nilo y de las redes de riego y canales de drenaje en todo el país. Un ejemplo más reciente es la introducción del helecho de agua Azolla filiculoides, que al ser utilizado como fertilizante biológico en campos de arroz se ha propagado a lo largo de los cursos de agua en los que parece estar acabando con otros hidrofitos nativos (por ejemplo, Lemna spp. y Spirodelaspp.)
Cabe señalar que la existencia de muchas especies vegetales y animales en Egipto se encuentra en el borde mismo de su rango geográfico o ecológico de distribución. En estas condiciones, estas especies tienen poca tolerancia a presiones ecológicas. Quizás el mejor ejemplo de este tipo es el caso de los corales en el Mar Rojo, el Golfo de Suez y el Golfo de Aqaba, donde estas localidades representan el límite de latitud septentrional de su distribución en el mundo. Cualquier cambio ambiental en ese frágil ecosistema supondrá un impacto muy negativo y destructivo para estos corales. Con la distribución de los manglares ocurre algo similar. Algunas especies animales y vegetales representan verdaderas reliquias, por ejemplo, las pequeñas poblaciones de gimnospermas, con árboles de Juniperus phoenicea que todavía existen en algunos lugares de las colinas de Sinaí (por ejemplo, EI-Maghara Gebel, Yelleg, y EI-Labni Halal).
En lo referente a la pérdida de biodiversidad cultivada, muchas especies de interés agrícola y/o comercial se han introducido en los últimos 2 siglos y se han convertido en la columna vertebral de la agricultura de Egipto: algodón, algunas variedades de frutas y razas de animales, incluyendo peces y pollo. Esto se ha traducido en el abandono de variedades y razas locales, y, como resultado, algunas de éstas han sido degradadas si no totalmente desaparecidas.
ESTATUS DE LA CONSERVACIÓN IN-SITU Y EX-SITU
Conservación in-situ
Egipto tiene por objeto crear una red de áreas protegidas que represente y conserve todas las especies y hábitats de interés. Un comité multidisciplinario (formado por distintos ministerios, centros de investigación y organizaciones no gubernamentales) ha desarrollado un calendario para la consecución de los objetivos definidos en la Estrategia Nacional de Conservación de la Biodiversidad.
La atención se ha centrado en la reducción de las principales amenazas para la diversidad biológica del país. Esto incluye el fortalecimiento y la ampliación de la red de áreas protegidas. Egipto se ha propuesto, a través del Plan Nacional para la Conservación de la Diversidad Biológica (1997-2017), tener 40 áreas protegidas que abarquen el 17% del país. Hasta la fecha se ha creado una red de 27 áreas protegidas.
Dicha red se compone de 6 de reservas marinas a lo largo del Mar Rojo para proteger a los manglares y los arrecifes de coral; 8 reservas de humedales a lo largo del Mediterráneo y del Valle del Nilo – con sus 144 islas – para proteger las aves y los hábitats de anfibios y peces; 8 reservas en el desierto de Sinaí y en el desierto oriental y occidental para la protección de las tierras secas y de su flora y fauna; una región montañosa del Sinaí de gran importancia para las tres religiones monoteístas, ya que incluye el monasterio de Santa Catalina y la Montaña de Moisés , y tiene una concentración muy alta de especies endémicas, y 5 parques geológicos que representan características naturales únicas, como El Bosque Petrificado Maadi que contiene los restos petrificados de un 35 millones de años (Oligoceno) de bosques y sirve como un testigo de la flora de la Tierra en el pasado.
El Ministerio de Agricultura también ha sido muy activo en la elaboración de una red de colecciones de plantas de variedades cultivadas con la finalidad de estudiar, clasificar y vigilar las prácticas agrícolas actuales. Asimismo está en proyecto la dedicación de unos 3,8 millones de hectáreas, durante los próximos 15 años, para la extensión de la agricultura sostenible.
Conservación ex-situ
Las estimaciones actuales sobre las especies que representan los principales grupos taxonómicos de la fauna y la flora de Egipto son provisionales e incompletas. Hay colecciones de referencia de un número limitado de insectos, aves, plantas y semillas. Con el objetivo de mejorar las condiciones de la conservación ex-situ en Egipto el Ministerio de Medio Ambiente ideó la construcción del Museo de Historia Natural, cuya misión es la de completar las colecciones de referencia de la mayor cantidad de tantos grupos taxonómicos de plantas, animales y microorganismos como sea posible. Así mismo se ideó el Banco de Germoplasma Nacional y el Centro Nacional de Reproducción en Cautividad, como entidades centrales aglutinadoras de las actividades de investigación y conservación ex–situ que se están llevando a cabo en el país. El Instituto de Investigación Hortícola de Egipto (Ministerio de Agricultura) coordina la gestión de varios jardines botánicos, como el Jardín Botánico de Asuán (Aswan), situado en la Isla Kitchener, el Jardín Botánico de Ormán, el Jardín Al-Nozha y el Jardín Botánico Qubba. Otros centros de investigación son la Estación de Investigación de Sabahia, en Alejandría, el Maa’had fouad el Awwal l’Essahara y el Jardín Botánico del departamento de botánica de la Universidad de Alejandría. También se ha encontrado información sobre los Jardines Zohria Trial, el Parque público Antoniades y el Jardín botánico El Saff.
Instalaciones de diversidad vegetal
Egipto ocupa una superficie de alrededor de un millón de kilómetros cuadrados y se puede dividir en cuatro regiones fisiográficas: el valle del Nilo, el desierto occidental, el oriental y del desierto del Sinaí. El árido desierto cubre el 96% de la tierra, el 4% restante de las tierras cultivables se limita a los alrededores del Valle del Nilo, el delta del Nilo, y algunos oasis dispersos en el desierto occidental.
El país también puede dividirse en cuatro zonas bioclimáticas: la zona oriental del desierto que es hiperárida con inviernos suaves, veranos cálidos y precipitaciones muy escasas; la región sur del Sinaí, con inviernos fríos, veranos calurosos, y menos de 30mm de lluvia; la franja costera a lo largo del Mar Mediterráneo; y el sub-cinturón del Nilo y los humedales costeros (Valle del Nilo, Delta del Nilo).
Egipto es un país situado en el ámbito del Programa Med-O-Med, tanto desde el punto de vista cultural como geográfico. Por ello, y con el objetivo de servir como referencia para las investigaciones y catálogos realizados por el Programa, presentamos las siguientes fichas, que describen este país desde diferentes perspectivas. This post is available in: […]