El azufaifo es un arbusto considerado bendito en el Islam, por la referencia que hacen de él tanto el Corán como la tradición profética.
Así lo menciona la Sira, o vida del Profeta del Islam, en la descripción del Mir’ay, o ascensión de Muhammad al Cielo. En este fabuloso viaje espiritual, el límite con la Presencia Divina lo marca, en palabras del Corán, “El azufaifo del Confín, junto al cual se encuentra el jardín de la Morada” (53/14-15).
El arcángel Gabriel, que acompañaba a Muhammad en esta ascensión, le dijo: «Si avanzo más allá de ese límite, me quemaré por la transfiguración divina (Tayallî) pero tú, tú estás invitado, adelante”. Gabriel le indicó así el camino más allá del azufaifo para llegar hasta el umbral de Allah, al que ni siquiera él podía acceder.
“El azufaifo del Confín, junto al cual se encuentra el jardín de la Morada” (53/14-15).
El Corán también hace referencia a él como una de las plantas del Paraíso, en que, sin embargo, estará exento de espinas.
Climas áridos
El azufaifo (Ziziphus spp.) es un arbusto espinoso originario del Sur de Europa y del Este de Asia y propio de climas áridos. Es una planta caducifolia que puede alcanzar varios metros de altura, en función del grado de humedad que reciba.
Posee hojas escasamente pecioladas, alternadas, coriáceas, de 2 a 7 cm de longitud, de forma oblonga, con el margen finamente dentado y el ápice agudo o redondeado. La hoja tiene tres nervios principales longitudinales y presenta dos estípulas espinosas en su base. Son de color verde claro brillante.
Sus frutos, los jínjoles o guínjoles, son una drupa comestible, y tienen forma de aceituna y un sabor dulce similar al de la manzana. Poseen diversas propiedades medicinales por su abundancia en vitamina C, y son adecuados para las afecciones respiratorias, así como digestivas.
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