Según el diccionario de la Real Academia de España, el término ataurique significa “ornamentación árabe de tipo vegetal”, y vendría del árabe hispánico attawríq, y este del árabe clásico tawrīq, echar ramas. Este arte floreció -nunca mejor dicho- como pocos en al-Andalus, realizándose en yeso sobre los muros de los palacios califales, taifales y nazaríes por igual.
Aún hoy Marruecos cubre sus salones tradicionales de esta ornamentación, que reproduce de forma especial toda clase de motivos florales y vegetales como jazmines, hojas de acanto, brotes, piñas y hojas en general. Pero también se aplicaron los atauriques tallándose en mármol y hasta en marfil, como es el caso de numerosas arquetas suntuarias.
En la fotografía de portada, ataurique de la Alhambra de Granada. A la izquierda, ataurique de Madinat az-Zahra, en Córdoba.
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