Representado en multitud de materiales y descrito y alabado en canciones y poemas, el halcón y las actividades relacionadas con él son una constante en la cultura escrita y visual musulmana en general, y andalusí en particular.
Patricia Montoro – FUNCI
En el repertorio iconográfico islámico aparece frecuentemente el halcón o la caza con halcón, una de las actividades favoritas de la nobleza musulmana. La cetrería se podía realizar a pie o a caballo, con el ave atada a la muñeca del cazador. Había técnicos especialistas para realizar esta tarea que resultaba ciertamente difícil. En la corte cordobesa, durante el califato omeya, existía un funcionario llamado Sahib al-buyazira (Gran Halconero) que dirigía las cacerías reales. En otros países del área islámica también existían expertos en cetrería con halcón, lebreles o guepardos (Amir-i Shikar o Amir al Sayd).
En la corte cordobesa, durante el califato omeya, existía un funcionario llamado Sahib al-buyazira (Gran Halconero) que dirigía las cacerías reales.
Probablemente la caza con halcón comenzaría en la India, en Persia y en Mesopotamia, y desde allí pasaría al Mediterráneo islámico, a al-Ándalus y al mundo cristiano, constituyendo una de las principales actividades de los nobles en todas las épocas. La representación de este ave aparecía en Asia occidental, en improntas de sellos encontrados en Susa, capital de Elam desde el IV-III milenio a. C. En la Mesopotamia de los primeros milenios encontramos aves de presa en cilindros-sello sumerios-acadios, y parece que estas piezas tienen un significado relacionado con la vida cotidiana. También se representaba el halcón en el Antiguo Egipto, como imagen del dios Horus o atributo del dios Re, así como símbolo solar.
Es muy probable que fueran los musulmanes los que introdujeran la cetrería en al-Ándalus, ya que los califas omeyas eran muy aficionados a este tipo de caza, en opinión de los expertos. Si prestamos atención, podemos ver cómo esta práctica ha dejado huellas en la toponimia de la Península Ibérica, a través de lugares como Calatañazor, en Soria o La Quintana-Llano del Halcón, en Alhama de Almería.Es muy probable que fueran los musulmanes los que introdujeran la cetrería en al-Ándalus, ya que los califas omeyas muy aficionados a este tipo de caza, en opinión de los expertos.
En al-Ándalus se conocían falcónidos de distintas especies, siendo muy apreciado el llamado «halcón blanco». Los llamados shudhaniq eran especiales, según el Calendario de Córdoba (961), y propios de la región de Valencia. Dicho calendario es un documento muy interesante que retrata la vida del campo andalusí, sus fiestas y sus principales tareas agrícolas.
Representación gráfica
El halcón se representa abundantemente en al-Ándalus de diferentes formas y sobre distintos materiales. Además, se asociaba a temas propios de la caballería, como son el jinete y el caballo, también altamente alabados en la cultura andalusí. En el mundo califal omeya es recurrente el motivo ornamental del halcón sobre el caballo. El ave es representada sobre la silla del caballo, estático o levantando el vuelo por encima del mamífero, sin jinete en ambos casos. Incluso, en un Plato de Madinat Ilbira del siglo X-XI, perteneciente al Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, vemos cómo es el halcón el que sujeta las riendas del caballo con su pico.
Otro de los motivos que representaron los andalusíes fue el halcón posado sobre un árbol. Puede tomarse como una evolución del primer tema (el halcón sobre el caballo), por la cual la rapaz se ha separado del caballo y se ha posado en las ramas del Hom, o Árbol del Paraíso. Encontramos este tipo de iconografía, por ejemplo, en un capitel amirí de mármol del siglo X del Museo Arqueológico Nacional de Londres.
Sin embargo, el tema más repetido es el halconero a caballo que lleva el halcón sujeto a su muñeca. Este motivo es, en el mundo musulmán, símbolo de la realeza y de las clases nobles. En al-Ándalus también se representó al halconero a pie. Este va vestido con larga túnica, con un halcón en su antebrazo izquierdo y lo encontramos, por ejemplo, en piezas de ajedrez de marfil; un símbolo, tanto el juego como el material, de poder.
Tanto las crónicas islámicas como las cristianas relatan que los musulmanes del reino de Granada sentían especial interés por la caza con halcón, llamada de altanería. La cetrería tenía connotaciones relacionadas con la nobleza y la interpretación de los sueños.
Siguiendo con la cuestión de los materiales, el halcón se halla representado en el mundo medieval andalusí en muchos soportes y mediante varias técnicas. Lo encontramos en piezas de cerámica (platos, fuentes o jarros), en objetos de bronce, en tejidos, azulejos, marfil, madera y pinturas al fresco. Además, se han descubierto piezas de ajedrez en cristal de roca de origen fatimí con representaciones de halcones, que penetraron en al-Ándalus a través del comercio y los intercambios.
Fuentes escritas
En el ámbito medieval islámico, indudablemente, la mayor fuente de autoridad es el Corán, en el que se cita el halcón por lo menos en dos ocasiones, aunque de forma indirecta. Además, la cetrería fue un tema recurrente de la literatura y la poesía islámicas. El Tratado del Arte de Volatería, escrito en el siglo X por el Gran Halconero del califa de la dinastía fatimí de Egipto, al-Aziz bi-llah, describe detalladamente las técnicas de cetrería, así como las distintas aves utilizadas y sus técnicas de adiestramiento.
Tanto las crónicas islámicas como las cristianas relatan que los musulmanes del reino de Granada sentían especial interés por la caza con halcón, llamada de altanería. La cetrería tenía connotaciones relacionadas con la nobleza y la interpretación de los sueños. El escritor medieval al-Damiri (1405) afirmaba que soñar con un halcón indicaba la victoria sobre el enemigo y la conquista de un reino. Así, el halcón significaba el poder del príncipe y la muerte del halcón se interpretaba como la pérdida del reino y la muerte del príncipe.
Por último, cabe señalar que también en la poesía andalusí aparece frecuentemente la caza con halcón. Entre las múltiples alusiones a este majestuoso ave, Abu-l-Hasan Ibn al-Sid al-Batalyawasi, ulema andalusí de la época de los reinos de taifas y de los almorávides (1052-1127), escribió los siguientes versos:
“La noche, cercada, hace volar su cuervo, y la aurora le persigue con su halcón gris”.
Fuente: Díez Giménez, J. (2015) El halcón en al-Ándalus. Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. VII, nº 13, 2015, pp. 33-53. e-ISSN: 2254-853X
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