El Mediterráneo, entendiendo como tal el territorio que da forma al mar que lleva dicho nombre y que según la distribución actual del globo terráqueo son los países, territorios políticos mojados por sus olas, constituye una unidad coherente, tanto en su aspecto físico, climático, humano como cultural. Caracterizado por una geología aún en ebullición con montañas altas de formas accidentadas y con acusadas pendientes que distribuyéndose a lo largo del mismo configuran su espacio ( Alpes, Apeninos, Balcanes, Tauro, Líbano, Atlas, Pirineos… ) con la única excepción de parte de la costa norte Africana; por una variante climática de las zonas templadas, característica de las áreas próximas
a los trópicos determinada por su moderación térmica y la escasez de precipitaciones, con inviernos templados, veranos cálidos y precipitaciones equinocciales (primavera y otoño); por una constitución física común a todos sus pobladores, con una forma de ser temperamental y sobria impuesta por un medio hostil; por un humanismo propio con un modo de pensar que toma la proporción humana como medida y referencia de todo.
Desde este ámbito, a partir de la definición de jardinería y tomando como base referencial los jardines situados en aquellos lugares con una similitud, tanto en sus características físicas, climáticas, humanas como culturales, se ha realizado un estudio que ha consistido fundamentalmente en el análisis de aquellos conceptos que consideramos básicos a la hora de proyectar jardines en el Mediterráneo con objeto de que las concepciones de partida lleven los fundamentos adecuados a nuestras latitudes.
En: Cuadernos de Arquitectura del Paisaje. Tarragona. Ediciones de Horticultura S.L., 2007.- Vol. 9. -Pag. 36-43
Texto completo: Jardín Mediterráneo
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