Estamos de enhorabuena. El Jardín Botánico de Aclimatación de Rabat ha sido inaugurado el pasado 17 de junio por S.M. el Rey de Marruecos, y numerosas personalidades de la capital del país vecino. Y con él, nuestro jardín andalusí y el pabellón neo morisco que acoge la exposición “Al-Andalus, una cultura del agua”. El proyecto es una iniciativa que se enmarca dentro de la Red de Jardines Botánicos promovida por el Programa Med-O-Med, y realizada bajo la Dirección de Cherif Abderrahman Jah.
El Jardin d’Essais Botaniques de Rabat (JEB) es un jardín botánico de principios del siglo XX creado por el gran paisajista francés Jean Claude Nicolas Forestier.
El JEB, de aproximadamente 17 hectáreas, se encuentra en plena capital de Marruecos, y fue concebido con fines de aclimatación, asociado al Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas de Marruecos (INRA). Ha sido incluido en el perímetro histórico de Rabat declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2012, y forma parte de la Red de Jardines Botánicos de Med-O-Med. En él abundaban las especies de interés económico aptas para el desarrollo de la agronomía y la jardinería -alrededor de 650-, que se irán incrementando en el futuro. El arboretum cuenta con una gran diversidad, constituida de 27 familias repartidas en 44 especies.
El Jardin d’Essais Botaniques de Rabat (JEB) es un jardín botánico de principios del siglo XX creado por el gran paisajista francés Jean Claude Nicolas Forestier.
En el corazón de este jardín de aclimatación hemos concebido un Jardín Andalusí de nueva planta e inspiración almohade, que recupera tanto las especies vegetales empleadas en la España musulmana, como la morfología, el sistema de regadío y la filosofía de los jardines de aquella época. A modo de hortus conclusus, este jardín de crucero se rodea de muros y arcadas vegetales que emulan elementos arquitectónicos.
Al-Andalus, una cultura del agua
En este mismo espacio, hemos realizado un proyecto de restauración de un antiguo Pabellón neo morisco, destinado a actividades culturales y pedagógicas. En su interior se encuentra la exposición “Al-Andalus, una cultura del agua”.
En esta exposición se trata de diversas temáticas. Entre ellas destaca la peculiaridad del agua desde una perspectiva científica, lo que la convierte en un elemento único de la naturaleza, así como su simbología en las principales civilizaciones, y su significado profundo en el Islam, desde un punto de vista espiritual.
Según Cherif Jah, Presidente de la FUNCI, “el agua en el Islam representa un don Divino, símbolo de pureza y sabiduría, que pertenece a todos por igual. Por ello, debe de ser administrada con el máximo respeto y equidad, como de forma ejemplar nos transmitieron nuestros ancestros andalusíes”.
La exposición, de cuidado diseño a cargo de Miguel Ripoll, también trata de la importancia del agua para el florecer urbano y rural de al-Andalus, en especial desde un punto de vista social, ya que su reparto, por primera vez gratuito y equitativo, permitió un desarrollo extraordinario.
En la muestra se explican además las distintas instituciones encargadas del abastecimiento y la distribución del precioso elemento, así como las particularidades de la infraestructura hidráulica de la época: norias, aceñas, azudes, albercas, acequias y demás. También aborda la importancia del agua en la arquitectura de los jardines y como modeladora del paisaje agrícola, del que aún conservamos una parte esencial en la península Ibérica.
Los vídeos interactivos, y las reconstrucciones en 3D de los principales jardines andalusíes, forman parte del atractivo de la muestra, para la que se esperan numerosas visitas escolares.
El jardín andalusí y la rehabilitación del pabellón neo-morisco, o minzah, se realizaron en colaboración con la Wilaya de Rabat-Salé-Zemmour-Zaer y el INRA. Fueron llevados a cabo por el arquitecto Antonio Almagro Gorbea (Escuela de Estudios Árabes. CSIC) y el agrónomo Esteban Hernández Bermejo (Universidad de Córdoba), quien diseñó el proyecto botánico.
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