Durante los días 10 y 11 de noviembre se ha celebrado, en las instalaciones de la Casa Encendida en Madrid, un encuentro para la información, la reflexión y el debate en torno a los huerto urbanos y periurbanos, en el marco del programa “Ciudades Sostenibles: Experiencias de Agricultura Urbana”.
El sociólogo y consultor sobre urbanismo y medioambiente Gregorio Ballesteros hizo una revisión histórica de estas iniciativas, que nacieron en Europa a raíz de la revolución industrial en el siglo XIX. Otro de los momentos claves fue 1973, cuando surgió la crisis del petróleo.
En los últimos ocho años ha habido un apogeo en España, e incluso en algunas ciudades del Magreb, como Meknés, de este tipo de iniciativas, y es muy probable que la actual crisis mundial que vivimos influya también en el aumento de estos espacios productivos. Los huertos urbanos, además de producir alimentos, se presentan como una opción multifuncional en las cuestiones de tipo social y educativo.
De la mano de a Adam Bradford, Coordinador de Agricultura Urbana de la Universidad de Sheffield, se expusieron los aspectos positivos de estos huertos, cuando se dan en países con altos índices de pobreza. En ese caso, además de aportar beneficios sociales y medioambientales, aportan beneficios en materia de seguridad alimentaria.
En los últimos ocho años ha habido un apogeo en España, e incluso en algunas ciudades del Magreb, como Meknés, de este tipo de iniciativas, y es muy probable que la actual crisis mundial que vivimos influya también en el aumento de estos espacios productivos.
Bradford también quiso exponer los inconvenientes que se dan en el caso de los huertos urbanos y periurbanos en países del Sur con escasas infraestructuras o falta de calidad en las mismas, lo que impide, entre otras cosas, una buena gestión de las aguas residuales. Los huertos en estas zonas se abastecen en la mayoría de los casos de estas aguas, lo que produce plagas, y en consecuencia un abuso de pesticidas químicos.
Bradford recalcó la importante función que estos huertos suponen en campos de refugiados, donde la producción de comida es más sostenible y económica que la distribución de la misma a través de agencias. Los beneficios humanos y sociales de los huertos que se dan en cualquier ciudad o asentamiento en esta situación, se maximizan.
Durante estos “cafés científicos” de Madrid se presentaron además iniciativas empresariales sostenibles como Tapurna en Barcelona, que trabaja con huertos en terrazas.
Bradford recalcó la importante función que estos huertos suponen en campos de refugiados, donde la producción de comida es más sostenible y económica que la distribución de la misma a través de agencias.
La Casa Encendida en su firme compromiso con la ecología y la sostenibilidad elabora talleres, jornadas y conferencia relacionados con este y otros muchos temas. El próximo evento en esta materia consistirá en las IV Jornadas Huerto y Ciudad, durante los días 22 al 24 de Noviembre.
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