Agenda POST-2015. Hoja de ruta para el desarrollo del area Med-O-Med

La agenda «ODS 2030» y la «Cumbre sobre el Cambio Climático», temas claves para el área Med-O-Med

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El año 2015 ha sido clave por la aprobación de dos acuerdos internacionales que no sólo afectan a las líneas de acción de Med-O-Med: «Patrimonio Cultural y Desarrollo sostenible», sino que también marcan las líneas que deben seguir las iniciativas de desarrollo para poder acceder a financiación internacional hasta el 2030. El primero de estos acuerdos es la Agenda post-2015, que incluye la adopción de los objetivos de Desarrollo Sostenible por los 193 países miembros de la ONU. La segunda es la Conferencia COP 21 de acción climática de la ONU, donde por primera vez 195 países firmaron el primer acuerdo global y jurídicamente vinculante para reducir las emisiones de carbono. Ambos eventos están vinculados, dado que el cambio climático afecta al crecimiento económico y supone una gran amenaza para la mitigación de la pobreza, por lo que es un tema clave para el desarrollo.

Nuestra zona de actuación en Med-O-Med comprende la región de Oriente Medio, norte de África, así como el sur y el este de Europa, que constituyen un microcosmos de los problemas de desarrollo desde una perspectiva mundial. Med-O-Med refleja todos los retos identificados en el marco de los objetivos de desarrollo sostenible, como el patrimonio natural y cultural, que pueden desglosarse en conceptos como biodiversidad, mitigación y adaptación al cambio climático, gestión de los recursos naturales, soberanía alimentaria, equidad social y construcción de la paz.

La actuación de nuestra red Med-O-Med durante el año 2015 incluye progresos importantes en el área de desarrollo sostenible. De hecho, se han incorporado a Med-O-Med organizaciones de referencia como el proyecto Mediterráneo MEMOLA, el Jardín Botánico Coránico en Doha (Qatar), la Comunidad Habiba del Sinaí en Egipto, y El Palmeral de Elche en España. Así mismo, durante este periodo miembros veteranos Med-O-Med como el Real Jardín Botánico de Jordania y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza han compartido sus avances en materia de desarrollo sostenible. Las organizaciones Med-O-Med reflejan la diversidad existente en la zona, y son referencia de aprovechamiento de los recursos disponibles para impulsar iniciativas de desarrollo sostenible en el área. En este sentido, será importante identificar, compartir y aprovechar las políticas y programas de desarrollo que se llevarán a cabo durante esta nueva fase.

El desarrollo sostenible incorpora la diversidad cultural

El 25 de septiembre de 2015, en la Cumbre de Desarrollo Sostenible de la ONU en Nueva York «La transformación de nuestro mundo: El 2030 la Agenda para el Desarrollo Sostenible», se adoptaron 17 nuevos objetivos globales para los próximos 15 años (2016-30). Estos objetivos establecidos suponen una segunda fase que da continuación a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que marcaron las líneas de financiación para las iniciativas de desarrollo internacional del año 2000 al 2015. En la fase de ODM, la cultura no sólo no fue identificada como área financiable a tener en cuenta para lograr el desarrollo sostenible, sino que tampoco se consideró relevante dentro del proceso de evaluación. Sin embargo, se logró su reconocimiento como vector para un desarrollo sostenible, gracias a la presión realizada por la comunidad internacional, que exigió durante el proceso de análisis para la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) su inclusión a través de la campaña «El futuro que queremos incluye la Cultura», con un comunicado conjunto firmado por 900 organizaciones y más de 2500 personas de 120 países.

La cultura, estrechamente vinculada a la identidad, contribuye a un desarrollo incluyente y equitativo. El reconocimiento de la cultura como conductor y facilitador en el desarrollo supondrá la asignación de más recursos a las políticas y programas culturales para los próximos 15 años. Este gran progreso no hubiese sido posible sin la participación de la comunidad internacional, que ha demostrado la importancia de impulsar redes y realizar campañas de ámbito global para que se realicen cambios importantes. Además de la cultura, otros temas de interés relacionados con las líneas de acción Med-O-Med se integran entre los 17 ODS y 169 metas. De hecho, el ODS número 15 se enfoca a la preservación del patrimonio natural destacando los ecosistemas, la biodiversidad, los bosques y la tierra. La Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030 ha avanzado en muchos campos relacionados con el patrimonio, tema medular en la red Med-O-Med. De forma específica, es la primera vez que este programa se refiere a la cultura en el marco de los ODS en relación con la educación, el medio ambiente, el crecimiento económico, el consumo y la producción sostenibles.

Finalmente, para el desarrollo de la agenda 2030, aprovechando la inclusión de la cuestión cultural, es clave la puesta en funcionamiento de los convenios Cultura de la UNESCO sobre la salvaguardia y la promoción de del patrimonio natural, cultural, así como programas conjuntos con otras agencias de la ONU en cooperación con las autoridades nacionales. Dentro del área de Med-O-Med, será una gran oportunidad para el lanzamiento de la Convención Med-O-Med de Paisajes del Mediterráneo y Oriente Medio. Esta iniciativa tiene el objeto de compensar la escasez de fondos disponibles para la conservación de la biodiversidad y el patrimonio natural y cultural, conservando las características y valores del Mediterráneo y los paisajes culturales relevantes del Medio Oriente a través de la legislación, la planificación y gestión.

El acuerdo sobre el Cambio Climático y la región Med-O-Med

El cambio climático tiene que ser considerado como un elemento integrado en todas las políticas económicas y sectoriales relacionadas con la energía, los alimentos y el agua, con el fin de impulsar las economías locales, nacionales y regionales en un camino de desarrollo sostenible. De hecho, se requiere de un enfoque internacional y concertado destinado a mitigar el calentamiento global y a alcanzar los objetivos sostenibles trazados.

El acuerdo sobre el cambio climático de París firmado el 12 de diciembre de 2015 ha reconocido que «el cambio climático representa una amenaza urgente y potencialmente irreversible para las sociedades humanas y el planeta, por lo que requiere una cooperación lo más amplia posible de todos los países » (IPCC, 2015, 1). Según este acuerdo, tanto los países desarrollados como en vías de desarrollo están obligados a limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a un nivel relativamente seguro, de 2 grados centígrados, aspirando a llegar a 1,5. En este sentido, el acuerdo establece una ayuda financiera a los países en desarrollo con el fin de ayudarles a frenar las emisiones de carbono y hacer frente a los efectos adversos del calentamiento global.

Si bien el acuerdo es un compromiso histórico que puede contribuir a parar el aumento y eventualmente a disminuir las emisiones de carbono que han ido ascendiendo desde la revolución industrial, no va a resolver el problema. Según los científicos, si se cumplen estos compromisos, las emisiones globales de gases de efecto invernadero se reducirán a la mitad de lo que sería necesario para evitar que las temperaturas atmosféricas no superen los 2 grados centígrados. El acuerdo no limita las extracciones de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas), aun siendo notorio que esta extracción es responsable del 60 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y que los científicos afirman que si no se prohíbe la extracción del 80 por ciento de las reservas conocidas, es imposible limitar el aumento de temperatura a 2 grados.

El límite de los dos grados centígrados no es caprichoso; los estudios científicos han concluido que si se supera este punto se producirán consecuencias devastadoras, incluyendo el aumento del nivel del mar, sequías e inundaciones, escasez generalizada de alimentos y agua y tormentas destructivas. Respecto a la zona Med-O-Med, el Medio Oriente y el norte de África (MENA) es una de las regiones más vulnerables al cambio climático, por lo que la importancia de adoptar medidas es crucial. Si desde el punto de vista global el calentamiento promedio mundial alcanza 4 grados por encima del nivel preindustrial a finales de siglo, se espera que las temperaturas de verano superen los 8 grados en algunos países Med-O-Med.

El aumento de las temperaturas causadas por el cambio climático plantea grandes desafíos a la región Med-O-Med. Aunque la conferencia de París aspira a limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados respecto a la era preindustrial, el aumento de las temperaturas podría alcanzar niveles insoportables en el norte de África y el Medio Oriente (MENA), que afectarán a todas las actividades socioeconómicas, incluyendo la agricultura y el turismo. Según el Banco Mundial, 43 ciudades portuarias en MENA, incluyendo 24 en el Medio Oriente y 19 en el norte de África, están en riesgo. Un aumento de 2 grados centígrados en la temperatura de la Tierra podría provocar inundaciones, afectando a 280 millones de personas en diferentes países Med-O-Med como Túnez, Libia, Egipto y Qatar.

Las principales ciudades como Alejandría, Bengasi y Argel pueden resultar dañadas. En el delta del Nilo, el nivel del mar podría aumentar medio metro, desplazando más de dos millones de personas y causando daños devastadores.
Por otro lado, la escasez de agua es uno de los problemas más importantes de la región MENA, de acuerdo con las proyecciones de cambio climático del panel de las Naciones Unidas, en dos décadas de 80 a 100 millones de personas más podrían estar afectadas por el «estrés hídrico». De hecho, el Instituto de Recursos Mundiales enumera 14 países de la región como las naciones en mayor peligro en el mundo en términos de escasez de agua, incluyendo las naciones del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), el Líbano, los territorios palestinos, Israel e Irán. La escasez de agua ya ha puesto de manifiesto la necesidad de aprovechar los recursos acuíferos más allá de las tasas de reposición, y a expensas de las necesidades de las generaciones futuras.

Debido a todos estos factores acumulados, la región Med-O-Med se enfrenta a muchas vulnerabilidades que requieren una respuesta internacional y concertada. El cambio climático, junto con el crecimiento demográfico y el aumento de la presión socioeconómica causará una cada vez mayor escasez de recursos hídricos que, junto a las debilidades propias de la región Med-O-Med, supondrán un empeoramiento de la situación, si no se adoptan medidas de mitigación a tiempo.

No obstante, hay oportunidades en el área de Med-O-Med que deberían aprovecharse, como los abundantes recursos de energía renovable. De hecho, estos recursos energéticos alternativos pueden ayudar a reducir las emisiones de carbono y mejorar las condiciones de vida en la región. Asimismo, se deben adoptar medidas para favorecer una más eficiente gestión de los recursos de forma participativa, que incluya una planificación energética y del recurso acuífero. La posición geográfica estratégica en el mediterráneo ofrece un gran potencial para el desarrollo de soluciones de baja emisión de carbono a bajo costo, debido a su gran potencial de energía renovable.

Uno de los grandes retos a los que se enfrenta la zona del Magreb es frenar la invasión del desierto del Sahara en las tierras de cultivo. En cuanto a Oriente Medio, cuna de civilizaciones donde las comunidades agrícolas surgieron hace más de 2.000 años, según informe del Banco Mundial, dada la alta dependencia de los países árabes de los alimentos importados, hay que tener en cuenta que la caída esperada en la producción mundial alimentaria tendrá un impacto severo en la región. En este sentido, se precisan adoptar las medidas necesarias para que la soberanía alimentaria sea una prioridad en el Golfo.

Como iniciativas institucionales en este ámbito regional podemos destacar que representantes de la región de Medio Oriente y Norte de África, en una reunión celebrada el 29 de mayo de 2015 en Ginebra, Suiza, organizada por la Misión Permanente del Líbano ante las Naciones Unidas con el apoyo del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), adoptaron catorce recomendaciones con el fin de mejorar la respuesta regional al cambio climático. Entre estas 14 recomendaciones cabe destacar «la importancia de la transferencia de conocimientos técnicos Norte-Sur a través de la investigación conjunta sobre el cambio climático» y «la promoción de una mayor cooperación y colaboración para aprovechar los conocimientos existentes en el ámbito regional Sur-Sur, en particular mediante el desarrollo y promoción de redes científicas dentro de la región MENA».

El Acuerdo de Cambio Climático de París ha sido un pequeño paso y una oportunidad perdida para adoptar las medidas necesarias y resolver esta gran amenaza inminente que afectará especialmente a la zona Med-O-Med. Sin embargo, iniciativas internacionales que han logrado ser reflejadas en los compromisos globales como la inclusión de la Cultura en la agenda ODS, demuestran que sólo con acciones globales se puede lograr la adopción de medidas eficaces a tiempo, para evitar las consecuencias devastadoras del cambio climático.

En este sentido, la FUNCI mediante este artículo quiere insistir en la importante labor de las redes regionales, como la red Med-O-Med, y animar a nuestros miembros a continuar participando de forma activa, compartiendo sus actividades sostenibles. Este intercambio es un primer paso para una mayor cooperación que facilite el lanzamiento de acciones y campañas comunes, que contribuyan a mitigar el cambio climático y sirvan para promover el desarrollo sostenible en el ámbito regional y global, aprovechando los recursos internacionales disponibles.

Myriam de la Cavada – FUNCI

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