El café árabe, patrimonio de la Humanidad

El café árabe ha sido declarado el 2 de diciembre de 2015 patrimonio inmaterial de la Humanidad, por la Unesco, en la reunión celebrada en la capital de Namibia, Windhoek. La propuesta fue presentada por Emiratos Árabes Unidos, Omán, Arabia Saudí y Catar. El comité intergubernamental del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad que está reunido desde el pasado 30 de noviembre, examinó 40 candidaturas e inscribió 23 en su lista general y cinco en la lista de bienes que requieren salvaguarda urgente.

La lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad cuenta con 336 elementos. La Unesco recordó que la lista representativa está compuesta por expresiones que demuestran la diversidad del Patrimonio Cultural Inmaterial existente en el mundo. El café es importante en el mundo árabe además de la bebida nacional, el té. Un proverbio árabe del siglo XVII señala: “El café, bébelo sin remordimientos. Su aroma quita los nervios y su consumo los problema de la vida cotidiana”. De hecho la palabra árabe ‘qahwa’ para designar al café proviene de la provincia de Kaffa en Etiopía y se transforma en ‘qahvé’ en Turquía y de allí salta a Italia como ‘caffé’ para pasar al español café.

Un proverbio árabe del siglo XVII señala: “El café, bébelo sin remordimientos. Su aroma quita los nervios y su consumo los problema de la vida cotidiana”.

Mortero de cobre

Un café árabe se prepara tras seleccionar los granos que se tuestan ligeramente en una sartén plana antes de triturarlos en un mortero de cobre con un mazo del mismo metal. Luego se ponen los granos así molidos en una gran cafetera o cacerola –también de cobre–, en árabe, dallah, que se llena de agua y se pone al fuego. Cuando la infusión está lista, se echa en una cafetera de dimensiones más reducidas y se sirve a los invitados en tazas pequeñas denominadas finjaan.

El más importante es el primero. Las tazas de los invitados sólo se llenan hasta un cuarto, y así se puede volver a servir café varias veces más. La costumbre exige que cada invitado beba una taza mínimo y no más de tres. El café árabe lo preparan hombres y mujeres de toda condición social, especialmente en el hogar familiar y se puede servir con dátiles. Se considera que los principales depositarios de esta práctica cultural son los jeques y jefes tribales que sirven café en los sitios donde se reúnen, los hombres y mujeres de mayor edad de la comunidad beduina, muy habitual en los países del Golfo Pérsico y los propietarios de negocios de café.

En Emiratos Árabes Unidos el café árabe es denominado mirra y es una tradición cultural, símbolo de hospitalidad y amistad.

Café arabigo

No es el primer reconocimiento al café árabe ya que antes una variante, el café turco o a la turca, ya fue declarado patrimonio inmaterial en abril de 2013. El café turco se prepara generalmente con el llamado café arábigo molido al punto, muy fino. La bebida es muy concentrada y se prepara en el cezve, una típica jarra de cobre y latón con un largo mango, llamada ibrik en Turquía. Se sirve en tazas pequeñas sin asa, con o sin azúcar, junto con un vaso de agua y muchas veces acompañado de una pequeña porción de algún dulce.

En Emiratos Árabes Unidos el café árabe es denominado mirra y es una tradición cultural, símbolo de hospitalidad y amistad.

Esta bebida es común, además de en Turquía, en Oriente Medio y algunos países balcánicos. Es tradicional en restaurantes turcos, armenios y balcánicos en todo el mundo El café a la turca desempeña también un papel importante en esponsales y fiestas. También es mencionado en la literatura y canciones constituyendo un elemento indispensable en los actos sociales.

En este contexto habría que recordar de nuevo la huella española en el antiguo Protectorado de Marruecos y en la capital de su Protectorado, Tetuán, y una marca de cafés, café Carrion. Fue creado por un español, Manuel Carrión López, en 1924 en Tetuán y es el más antiguo café torrefacto existente en Marruecos. Los cafés Carrion hasta hace pocos años sólo operaban en la zona norte pero han extendido sus actividades hacia el sur y la zona oriental marroquí. El arte de la torrefacción lo hace a la antigua, lentamente, siendo el mismo proceso que desde su creación, de hecho los equipos no fueron renovados hasta los años 90. Se encarga de la torrefacción, producción y distribución.

Como anécdota mencionar que hasta hace poco la melodía que anunciaba los cafés Carrión es una rumba cantada en español y entre otras cosas dice: “….nena, échame café que vengo borracho y al amanecer…” letra llamativa cuando el alcohol está prohibido, es haram, en los países árabes.

Fuente: periodistas-es

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